Les Franqueses del Vallès, 20 de septiembre de 2013
Artemisia, Art & Tendències
Por CRISTINA REQUENA
La obra de Teresa Gancedo es una obra singular y totalmente personal. Sus cuadros piden ser mirados muy despacio, decía alguien “hay que enfrentarse a ellos, coger una lupa y explorar”.
Pinta cuadros llenos de detalles, papeles, collages… Referencias al mundo animal, vegetal, a la cosmología… Obras llenas de signos, símbolos, árboles genealógicos, sueños, mapas… Y mucha iconografía religiosa cristiana: santos, vírgenes, ángeles… Cada obra es un laberinto de historias que cada espectador, si está atento, puede desentrañar.
Teresa Gancedo nos da alguna pista cuando nos habla de sus cuadros “medio religiosos, medio paganos, medio festivos, medio tristes”. Afirma ser “agnóstica”, y sigue “en mis cuadros hay mucho simbolismo referido a la muerte y otro tanto sucede con la vida, y en medio está la religión. Quizá por eso empleo asiduamente los círculos y las esferas, como referencia al universo. De cualquier forma creo que mi pintura es algo muy íntimo y muy especial, que nadie, ni yo misma, ha sido capaz de encasillar en un estilo concreto”.
r e t a z o s traza un puente de unión entre el pasado, el presente y lo que está por venir… Y debería resultar sorprendente que la obra de Teresa Gancedo sea capaz de traspasar todas las fronteras de espacio y tiempo, pero no lo es, no si acudimos a la idea de que existe un imaginario invisible, sutil y etéreo que nos une a todos. Y acudo a esa idea… ¿No son acaso los sueños, igual que los miedos, los mismos para todos los seres humanos? ¿No será que al final bebemos todos de la misma copa humana?
Tiene sentido… sí… todos bebemos de la misma copa…
Pingback: “La visión personal de los r e t a z o s de Teresa Gancedo”. Un artículo de Cristina Requena (2013) | Tocados y más